Pamplona y Tudela

Os presentamos uno de los apartados del exhaustivo trabajo de investigación que nos ha otorgado Mikel Lebrón.

Análisis de la metodología y  resultados: Elementos comunes en el graffitero

1. Graffiti como liberación, expresión, autoafirmación y adrenalina.

Tras realizar todas las entrevistas en profundidad a cada uno de los graffiteros, podemos hablar sobre varias cuestiones compartidas entre ellos:

Todos ellos empezaron a hacer graffiti a edades tempranas y todos ellos se vieron influenciados de una forma u otra, ya sea por haber visto a otros jóvenes pintar o por haber visto esta práctica en los medios de comunicación.  Además todos los entrevistados se caracterizan por tener una personalidad muy creativa, algo siempre unido a la figura del graffitero, y que es el motor para la realización de esta práctica.

Cada uno de ellos dice que pinta por liberarse, expresarse y por la adrenalina del acto ilegal que implica dicha práctica. Aunque también una de las armas que posee un graffitero es el hecho de poder “bombardear” la ciudad para que otros graffiteros “admiren su obra”.   “Es una liberación. Abstraerse todo. Solo tienes en la cabeza los colores, la pared y que me voy a superar hoy”

Además, por eso mismo, creemos que no es coincidencia que todos ellos reconocieron que hacían fotos de todos o casi todos sus graffitis, porque consideran que es algo “suyo”, algo que les reafirma y les determina en su identidad. De hecho muchos motes de graffiteros no tendrían sentido si no interpretamos su significado de forma descontextualizada “-                   “Los nombres de los graffiteros, su significado se descontextualiza para hacerlo tuyo”

La cuestión de “lo ilegal” en la práctica del graffiti, es algo inherente a él. De hecho cuando el componente de ilegal se pierde, según los entrevistados, el graffiti pierde toda su esencia. “Cuando el graffiti pasa a ser legal, deja de ser graffiti”, expresa uno de ellos refiriéndose a los muros legales (llamadas “paredes blancas”) o al graffiti expuesto en museos.

2. Mismos códigos:

Los códigos son compartidos por los graffiteros y solamente entendidos por ellos mismos. Ellos hablan de un mismo lenguaje solamente interpretable por ellos mismos y por aquellos que entienden o conocen la cultura del graffiti y del Hip hop.

3. El graffiti en la política y en el mundo de la empresa:

Existe bastante polémica entre los entrevistados ya que muchos de ellos comparten la idea de que los ayuntamientos tanto de Pamplona como de Tudela, utilizan el graffiti en su beneficio. Persiguen esta práctica, la criminalizan y no ofrecen casi ninguna alternativa para realizar esta práctica, pero según ha ido avanzando, y se ha ido introduciendo en el imaginario colectivo y cultural, lo han utilizado como nexo de unión hacia  los jóvenes o para momentos concretas cuando hay campaña política.

De hecho existe la controversia de si la pared legal en Tudela fue instaurada como freno del graffiti en la ciudad, o como control y espionaje al graffitero. Pero el graffitero entrevistado en Tudela expresaba que “Lo que queda en Tudela es el bombing de lo viejo, y el muro legal que han ido aumentando, porque nos salíamos” El muro legal ha sido en cierta forma es un freno, pero el graffiti no se frena, porque buscas diferentes cosas”

Respecto a la incorporación del graffiti al mundo de la empresa, existen opiniones compartidas, ya que muchos de ellos han pintado para empresas, aprovechando sus habilidades a cambio de una retribución. Aunque hay que decir, que algunos de ellos, no les  motivaba tanto. El graffitero de Tudela hablaba sobre la poca importancia que le dió. No formaba parte de su repertorio, y no le importaba si le pisarían al día siguiente (pintarían encima de su pieza), ya que, como hemos dicho anteriormente, si el componente ilegal, se pierde, el graffiti pierde su significado.

4. Las  zonas de graffiti en función de la práctica que implica:

Las zonas más concurridas y más llenas de graffiti en Pamplona son las siguientes:

Ø  Barañain

Ø  Lo viejo/Iturrama

Ø  Huarte (Concursos)

Ø  San Juan Piscinas / La vaguada

Por una parte, suele coincidir las zonas más apartadas de la ciudad, con las zonas dedicadas a la realización de piezas (graffitis elaborados), y por lo tanto las zonas son periféricas. Por ejemplo una planta abandonada o una vieja fábrica, ya que es más complicado ser pillado y poder desarrollar mejor tu obra. Esto también es similar con lo que se hace en Tudela, a parte del muro legal, que también está lleno de piezas.

Por otro lado, tanto en Tudela como en Pamplona, se utilizan espacios más céntricos y urbanizados, (y en cierta forma transitados) para realizar lo que se denomina “bombing” que consiste en realizar una firma muy rápida (normalmente poner el nombre del graffitero en cuestión) con la misión de “petar” la ciudad. Esta parte incluye esa necesidad de graffitero de sacar toda la adrenalina de ser pillado.

Por lo tanto podemos distinguir dos zonas:

1. Bombing para zonas céntricas como el casco viejo

2. Zonas periféricas para desarrollar piezas más elaboradas.

CENTRO   →  “BOMBING” Y “TAKEO” → ADRENALINA

PERIFERIA → PIEZAS  → EXPRESIÓN, LIBERACIÓN Y ELABORACIÓN

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